Entre las novedades presentadas en el Tokyo Motorshow, los del ala dorada han anunciado la nueva Honda Monkey 125 2018, un remake de su micro modelo de finales de los ‘60 que mantiene todo el rollo de su predecesora.
En 1964 Honda comenzaba a comercializar la primera serie de la Honda Z50 (Z50M), comúnmente conocida como Honda Monkey. Derivada de la Z100 (1961), un modelo dirigido un uso exclusivamente infantil entre las atracciones del Circuito de Suzuka, pocos se imaginaban que esta mini moto permanecería en el catálogo del ala dorada durante cincuenta años (Honda finalizó la producción de la Monkey el pasado mes de agosto).
Equipada con un motor cuatro tiempos de 50 cc refrigerado por aire y caja de cambios de tres relaciones con embrague centrífugo (también existía una versión automática), la Honda Monkey consiguió hacerse un hueco en el mercado. Su escaso mantenimiento, reducidas dimensiones y facilidad de manejo, la convirtieron rápidamente en una moto familiar. Gracias a este éxito el modelo evolucionó, tanto estéticamente, adoptando una imagen en la línea de las scramblers de la época, como técnicamente, al verse beneficiada por un, hasta entonces inexistente, equipo de suspensiones y más recientemente por inyección electrónica (2008). El paso de los años llegaron a convertirla en una moto de culto y en objeto de todo tipo de transformaciones e imitaciones.
Este año, coincidiendo con el 50º aniversario de su lanzamiento y sin apenas tiempo para asimilar el cese en la producción del modelo original, Honda resucita “su mono” sirviéndose del mismo propulsor horizontal refrigerado por aire y alimentado por inyección electrónica PGM-FI de la Honda MSX 125. El crecimiento de cilindrada trae consigo un aumento de dimensiones, aunque mantiene el mismo carácter de mini moto que la catapultó al éxito. Estéticamente la nueva Honda Monkey 125 2018 respeta fielmente el estilo scrambler introducido por la Z50J, actualizándose a los tiempos que corren en el resto de apartados. Frenos de disco en ambos ejes, frente a los de tambor de su predecesora, sistema ABS y una horquilla invertida heredada de la mini naked MSX 125. Sustituye, frente a esta, el mono amortiguador posterior por dos unidades, en línea con el modelo original, ancladas al basculante realizado en tubo de acero. Iluminación LED delante y detrás y una instrumentación formada por una pantalla digital ponen el toque de modernidad en la nueva Monkey, que mantiene detalles retro como los guardabarros cromados, el esquema de pintura en dos tonalidades o el escape con protección cromada y salida lateral.
Todavía no tenemos constancia sobre la posible comercialización de la Honda Monkey 2018 en nuestro país, pero pensamos que sería la perfecta compañera vintage de la MSX 125.